Transgénico attack
En la última semana el tema de los transgénicos ha estado sonando fuerte, sin ser este un tema reciente a captado la atención de la gente, gracias al enfrentamiento mediático, aunque discreto, que a sostenido Gastón Acurio, chef y líder de la 'revolución gastronómica peruana' , y Patricia Teullet, economista y analista peruana. El primer encuentro que tuve con este tema fue cuando estaba en 4 de secundaria, mi profesor de comunicación nos mandaba a que una vez por semana saliéramos a exponer, no importaba que tema fuera. Me sugirió, aun no se por que, que investigase sobre los transgénicos y las distintas posturas que habían respecto al tema. Desde ese entonces hasta ahora tengo una postura definida sobre los transgénicos en el Perú.
Dejando de un lado que la venta de semillas solo la realizan grandes corporaciones. Lo primero que me quedo claro es que la verdadera intención de los transgénicos no es destruir la biodiversidad, es que los cultivos sean más resistentes a eventuales plagas y más baratos. No hay ningún estudio concluyente que afirme que los transgénicos son dañinos, aunque faltan los estudios a largo plazo. Patricia Teullet defiende esta posición. Su lógica es sencilla, bajando el precio de los insumos el producto final es más barato y accesible para la gente. Gastón por otra parte tiene una postura más romántica y menos basada en datos. Para él la biodiversidad de la que goza el Perú es única y da una gran oportunidad para miles de peruanos de alcanzar el éxito. El ejemplo más conocido de lo que consiguen los productos orgánicos es el espárrago, que se exporta a Europa, Estados Unidos y otros mercados. Por otro lado es cierto que a estos espárragos no tienen acceso los pobladores de los asentamientos humanos, es cierto que la mayoría de productos orgánicos de los que se hace gala en los restaurantes de Acurio no están al alcance de la mayoría de peruanos y que la venta de espárragos cae cada vez que hay crisis. Es por eso que no me sorprende opiniones como las de Teullet, que ven en los transgénicos una oportunidad para impulsar el mercado sin necesidad de grandes reformas. Opiniones como esas las comprendo, pero no las puedo compartir.
Dejar que los transgénicos entren seria lo más sencillos, pero con eso el agricultor pasa a ser el que simplemente siembra y cosecha. Deja de ser el cuidador, deja de ser el que procesa, en parte, los alimentos. Seria fácil decirle a los científicos de todo el mundo que vengan a crear semillas, cuyos frutos son estériles, seria más fácil que crear centros de estudio donde los biólogos analicen toda la biodiversidad del Perú. Seria muy fácil, la solución más simple que se le pueda ocurrir a algunos. Seria muy fácil entrar a un mercado ya bastante copado, en vez de arriesgarse a venderle a otros, esos que buscan la diversidad, el sabor y la calidad. Tal vez seria dar el paso más seguro por algún tiempo, pero no solucionara todo. No hace que la calidad de vida de las personas aumente, hará tal vez que a corto plazo tengan mayores ingreso, pero no los hará más felices. El Perú que Gastón concibe es completamente distinto, el ve en los agricultores a emprendedores que pueden ser ellos mismos los que promocionen sus productos, ve en el Perú un centro de riqueza natural con un potencial maravilloso. Para lograr ese objetivo falta bastante, no hay que engañarnos y quedarnos en el sueño. Hace falta consolidar un mercado interno para que no caiga aparatosamente en situaciones de crisis, para eso se tendría que elevar el nivel de vida de una buena parte de los peruanos. Hace falta una política de mercado bien echa, y que de una vez los transgénicos cuenten con etiquetado, sacarlos del mercado seria perjudicar a miles de familia y la competencia es necesaria para cualquier mercado. Hace falta también que se innove en la forma de cultivar a través de herramientas para que el producto final tenga un precio más bajo. Hace falta que las provincias no sean lugares de difícil acceso y desconectadas del resto del país. Hace falta muchas otras cosas difíciles de lograr pero no imposibles. Hace falta más personas como Acurio que vean una oportunidad y se arriesguen, que no sigan al resto como borregos a su pastor. ¿Por que hacer otro producto igual si puedo hacer un producto único? ¿Por que no aprovechar que nuestro territorio alberga, a diferencia de otros países que siembran transgénicos, una variedad extensa de micro climas en los que desarrollan cultivos de variedad, no solo en el sabor sino también en resistencia a climas y plagas? ¿Por que no aprovechar que tenemos esa oportunidad?